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Las revelaciones del coach con el que Carlos Tevez se preparó para ser DT

En una entrevista con Infobae, Roberto Rossi explicó por qué “un líder” como el ex delantero de Boca lo eligió para incorporar herramientas detrás de la aventura que asumió como entrenador de Rosario Central



“Carlos subió mucho la vara, porque él quiere trabajar en un proyecto integral del jugador. El jugador como ser humano”, afirma Roberto Rossi, el coach que eligió Carlos Tevez para sumar recursos de cara al desafío que asumió como director técnico de Rosario Central. ¿Qué llevó al ídolo de Boca a buscar soluciones a través del coaching? ¿Qué le puede aportar en esta nueva etapa tras dejar atrás al futbolista?

¿Por qué y para qué las personas buscan un coach hoy?

— La gente busca un coach cuando no puede tomar decisiones acertadas. O no puede tomar decisiones para cambiar, básicamente. Hay como una cultura de a veces quedarnos parados en un mismo lugar aunque estemos angustiados, aunque ya no nos satisface. Puede ser una pareja también. O sea un lugar que ya no nos representa, por decirlo de alguna manera. Pero sí saben que se quieren mover de ahí. En esa brecha que se llama de insatisfacción trabajamos los coaches. Es un mecanismo más horizontal, no es que le decimos a las personas lo que hay que hacer, pero sí trabajamos con iluminar herramientas que la persona ya tiene adentro y el solo hecho de tomar conciencia le permite aprender a una manera nueva de ser, y a través de esa manera de ser, un nuevo hacer.

-¿Cuál es la decisión que más le cuesta tomar a la gente hoy?

— La palabra hoy es la que más me significa de tu pregunta, porque creo que las condiciones mentales han cambiado después de la pandemia. Ha dejado una erosión importante. Cosas que antes por ahí no teníamos tan a la vista. Pero se ha generado, digamos, no por nada el 96% de los consumos de los medicamentos ansiolíticos y antidepresivos se consume en Occidente. Es un datito. Y una de cada tres personas sufre depresión según la Organización Mundial de la Salud. Pero independientemente de ese tema, la toma de decisiones es todo un proceso. Entonces no nos educan para decidir, decidimos por intuición, decidimos por educación, decidimos por esas voces de nuestros ancestros que todavía nos recorren y nos dejan ese espacio para tomar una acción o un camino determinado. Ahora, cómo hacemos para tomar otros caminos. Entonces hay un proceso que a mí me gusta mucho que se llama anatomía de la acción que tiene que ver con preguntas, la pregunta es qué nos interesa cuidar. Que es mucho más profunda que decir qué querés. Cuando vos decís qué me interesa cuidar…

— O cuando uno se preocupa por lo que no quiere perder.

— Me interesa cuidar… Claro, por un lado qué no querés perder y por el otro lado qué a lo mejor querés ganar. Porque si tu respuesta es me quiero cuidar yo y estás en un trabajo que por el solo hecho de ir por ejemplo te produce alteraciones físicas, mentales, problemas disruptivos en tu comunicación, en tu conversación vincular, y bueno, es un momento para moverse. Pero hay cosas que tienen que ver con la personalidad, con las creencias limitantes. Las creencias limitantes son juicios, interpretaciones, que nosotros hicimos en un pasado y hoy las vivimos como un hecho. Y muchas veces tienen que ver con cómo nos educaron y las conversaciones que nos rodearon que hacen que por las dudas más vale malo conocido que bueno por conocer.

— Esa frase es pronunciada con mucha frecuencia.

— Si. Hay que hacerle juicio político al que la hizo, yo creo que tendría que ir a un tribunal internacional (risas). Hizo mucho daño esa frase. Hace mucho daño.

— ¿Por qué?

— Hace mucho daño porque parecería que cambiar es un salto al abismo. Hace mucho daño porque parecería que la incertidumbre solo tiene un aspecto negativo, una connotación negativa. Entonces si yo te digo por ejemplo, bueno, el panorama es incierto lo primero que pensamos es que nos va a pasar algo malo, que no vamos a llegar a buen puerto. Y la verdad que tiene mal marketing la incertidumbre porque es un proceso que también te puede llevar a nuevos espacios mucho más sanos, saludables, disfrutables, placenteros. Entonces lo que nosotros trabajamos es con el cambio. Y cuando uno se queda en un lugar malo no hay nada que pueda ser mejor o peor que eso sino que la voluntad de un cambio supone también expandir nuestra frontera de aprendizaje para incorporar herramientas y tomar nuevos caminos.

— Pongamos un hecho concreto, una persona está cansada de su trabajo. ¿Qué le recomienda hacer?

— No recomiendo. Simplemente sí le voy a hacer preguntas para que esa persona se conecte nuevamente con su deseo. Que salga de ese piloto automático. Que no crea que esa es la única opción. Que salga de las creencias limitantes como “soy grande, qué voy a hacer, y si no puedo llegar a generar nuevos ingresos”. Y de hecho vos sabés que la historia está surcada por un montón de ejemplos donde a veces por dificultades no esperadas, o sea por lo inesperado, hubo gente que le fue mucho mejor que si se hubiera quedado donde estaba. Pero básicamente es establecer conversaciones asertivas a través de preguntas y descubrimientos de herramientas internas para que la persona se conecte con el deseo, con qué quiero de verdad. Qué quiero, cómo quiero pasar el resto de mi vida sabiendo que somos seres finitos.

— ¿Pesa el tiempo o es comodidad?

— Mira, viste que siempre se habla de la zona de confort. Yo no soy muy amigo de esa frase, yo creo que se llaman zonas de seguridad. Me siento seguro en este rinconcito, no me muevan. Porque la verdad si vos a mí me das una playa en el Caribe yo voy a estar sumamente confortable y muy probablemente no me quiera ir de ahí. Ahora, sentirse seguro es otra cosa. Hago esto, me sale bien. Como esto me sale bien. Voy hasta la esquina y vuelvo. Siempre estoy seguro. Siempre estoy a reparo. Tengo las mismas amistades, tengo la misma… O sea siempre lo mismo ¿Por qué? Porque justamente hay creencias, esto de que no vamos a poder, y básicamente hay una emocionalidad debajo de eso que es el miedo. El miedo a no poder controlar. Y acá aparece un gran enemigo del coaching que es el control. Si las personas, te habrás cruzado con personas que te dicen las cosas son así, si no te gustan te vas. Se llama postura de certeza. Bueno, ahí no busques ningún cambio y mucho menos un aprendizaje. La transformación se basa en el aprendizaje. Porque aprender es hago hoy lo que ayer no sabía básicamente. Entonces cuanto más aprendo más herramientas tengo. Si no aprendo sigo haciendo lo mismo. Porque además no veo. Hay una zona en el ser humano que se llama zona de penumbra del aprendizaje. Y ahí tenemos un montón de cosas ocultas a nuestra conciencia. En esa zona trabajamos los coaches. Entonces cuando se enciende un poco ahí la luz decís “ah, mirá, también puedo hacer esto, también puedo hacer lo otro”. A lo mejor no tengo que hacer un cambio tan exagerado, lo puedo programar, puede haber riesgo medido, que es una frase que a mí me gusta, no hace falta tirarse todo el tiempo a un abismo

Roberto Rossi: "Carlos Tevez subió mucho la vara porque él quiere trabajar en un proyecto integral del jugador. El jugador como ser humano"

— Un candidato, una persona quiere ser político, tiene que ser líder. ¿Eso se estudia, se aprende, o es innato?

— Hay líderes que nacen y hay líderes que no, y que terminan siendo líderes. Porque el punto, ¿sabés cuál es? ¿Qué es lo que vamos a liderar? Porque si yo me imagino el líder que trae a todo el mundo para adelante, el líder que va adelante y todos vamos atrás, es una forma de liderazgo que hoy ya no tiene tanta ascendencia. Porque justamente se busca trabajar en equipo. Pero si una persona es muy capaz, vamos a suponer un economista, ¿no? Es muy capaz, pero es más un técnico; puede adquirir habilidades para formar equipos. Puede generar buenos equipos alrededor dando pautas muy claras, siendo muy claro en sus decisiones, en sus definiciones, siendo alguien que sepa escuchar para detectar necesidades y para dar respuesta a las necesidades. Y todo eso se entrena. No vas a tener al líder, digamos, reconocido históricamente. Esto es como en un equipo de fútbol, hay líderes que por ahí sirven para determinados aspectos y hay líderes que, bueno, en la adversidad toman la bandera y van para adelante, que es lo que yo calculo que vos tomas como un líder natural. Esto que vamos todos para adelante y no importa. Son importantísimos. Ahora, a los líderes innatos hay que entrenarlos porque tienen mucho más potencial todavía y pueden ser mucho mejores.

— Habló de fútbol, Carlos Tevez y mencionó que usted es su coach. ¿Cómo lo conoció? ¿Para qué lo convocó?

— Sí, sí, estoy trabajando con Carlos. Me lo recomendó una persona amiga. Un gran profesional. Cuando lo fue a ver, me recomendó. Tuvimos una entrevista y estamos trabajando ya desde hace unos meses muy bien.

— ¿Por que lo buscó?

— A partir de su decisión de ser técnico, bueno, acá tenés el ejemplo de una persona que nace líder, porque quién le va a discutir el liderazgo a Carlos, pero que tiene una voluntad enorme, enorme, de aprender. De aprender a comunicar. De aprender a liderar. De aprender a formar equipos. Tener claros los objetivos. Él fue un jugador de élite y quiere ser un técnico de élite y eso se entrena amplificando todos los dominios que te decía antes ¿no? O sea, se trabaja justamente en el enfoque, en las conversaciones, en cómo diferenciar los impulsos de decisiones de equipo. Cómo trabajar la emoción del equipo y la emoción de los entrenadores. Hay un montón de situaciones, la adversidad, la resiliencia, en la que Carlos hizo un profesorado en su vida a través de los hechos que le tocó vivir. Pero él es un número uno que busca entrenarse más porque está buscando la alta competencia.

— Si se puede saber ¿qué fue lo primero que le pidió?

— Sobre todo los aspectos de liderazgo y trabajo en equipo. Trabajo en equipo tiene que ver con que él tiene un equipo y eso no funciona solo y él es el líder natural. Entonces, cómo trabajar con el equipo. Cómo trabajar con los jugadores. Cuáles son las dificultades que se pueden presentar en las distintas instancias que son conversacionales, que a veces son emocionales. Pero además Carlos subió mucho la vara porque él quiere trabajar en un proyecto integral del jugador. El jugador como ser humano.

Tevez, en su debut como DT del Canalla (Leo Galletto)

— No como un producto, nada más.

— Exactamente. Y esto lo diferencia absolutamente para mí, que es un gran gesto esto de no quedarse con el jugador como bien mencionaste como producto, sino como un jugador que puede estar integrado a la sociedad. Un jugador que estudie aunque entrene. Ayudarlo a pararse en la vida, porque no todos los jugadores llegan a ser jugadores de élite o de alta competencia, y sin embargo él está buscando el desarrollo integral del jugador. También trabajar en distintas aptitudes naturales que puede traer el jugador para que el día de mañana pueda desarrollarse también en la vida y dejar un sello, una impronta, de un trato humano porque también el deporte es importante en la sociedad.

— Humanizar al jugador y sacarlo solamente del comercio futbolístico.

— Exacto. Para prepararlo para la vida también. Porque viste que hay un momento cuando el jugador deja, es un momento fuertísimo, pasás, no sé, del reconocimiento al silencio absoluto. Y de hecho hay muchos casos de depresión, etcétera, después de eso, pero también muchas dificultades económicas, jugadores que uno se imaginaba que podían estar mejor económicamente y están realmente muy complicados. Y la visión de Carlos en eso es que el jugador tenga herramientas además para manejarse en la vida, no solo en el fútbol, si no que pueda adquirir otras especialidades de acuerdo a su talento, orientarlos en cuanto a sus finanzas para que no caigan justamente en este sistema productivo donde lo primero que hacen es comprarse un súper auto y siguen alquilando, y empezar a trabajar con valores.

A mí me entusiasma mucho porque él habla de valores y vos sabés que los valores son juicios, son interpretaciones que una determinada comunidad consensúa como algo positivo. Para esa comunidad. Y él habla de valores, habla de la honestidad, habla de la sinceridad, habla del respeto, habla del compromiso. Entonces en esta Argentina que nosotros estamos viviendo volver a hablar de valores es sumamente revolucionario ¿no? Es culturalmente desafiante, pero absolutamente posible, porque la verdad que yo le tengo mucha fe a la juventud, la juventud lo que necesita independientemente del deporte son oportunidades, oportunidades de crecimiento y desarrollo.

— ¿Le llamó la atención cuando lo convocó? ¿Cuál fue la primera impresión que tuvo de Tevez?

— La primera impresión es que estaba delante de un grande por su humildad.

— ¿Se lo imaginaba así?

— No, la verdad que… O sea, siempre me dio una buena impresión como a la mayoría. Es muy querible. Y es un triunfador además porque él ganó en Argentina, ganó en Brasil, ganó en Inglaterra, ganó en Italia, y los máximos galardones. Vino de la nada y se mantuvo. Y vos lo ves físicamente y parece que está para jugar. O sea, habla de una disciplina. Y me encontré con una persona extraordinaria, muy humilde, muy íntegro. Lo veo una persona muy íntegra, muy convencido de lo que quiere y con muchas ganas de capacitarse.

—¿Y a qué siente que le tiene más de miedo en esta nueva etapa?

— No sé, eso por ahí lo tendría que contestar él. Yo pienso que como todas las personas que quieren hacer las cosas con una mirada de excelencia, creo que debe haber algún reparo en los sistemas. Justamente él está muy enfocado en que el jugador sea antes que un buen jugador de fútbol un buen ser humano. Y bueno, eso es todo un desafío que lleva tiempo. Y vos sabés que nosotros vivimos en la exigencia permanente. Y bueno, ni hablar del fútbol. En realidad somos una sociedad exitista y me tomo la licencia poética porque es un juicio mío personal, pero estamos en una sociedad en donde si ganás dos partidos sos el mejor y si perdés dos sos el peor, y no es ninguna de las dos, digamos. Por qué, porque no hay enfoque en el desarrollo programático, básicamente. Y donde el valor de la palabra se ha perdido. Y esto pasa en todos los órdenes de la sociedad.

— Habló del valor de la palabra ¿Qué significa su devaluación?

— El valor de la palabra lo que te da es la coherencia. El valor de la palabra te da ser un ser predecible. Y esto es fundamental en cualquier ámbito de la vida. Si yo por ejemplo digo “el lunes empiezo el gimnasio”, sabia frase, y el lunes no voy al gimnasio, estoy faltando a mi palabra, a mi compromiso y estoy transformando una declaración en una declamación. Ya no me hace tan confiable, la próxima vez que lo diga la verdad nadie me va a prestar atención. ¿Cuándo me van a prestar atención? Y, cuando supere el primer obstáculo. Y recién ahí voy a captar de nuevo la atención. Ahora, el valor de la palabra es fundamental para generar un mundo creíble, predecible y sustentable. Ese es el valor de la palabra.




 

Fuente: Infobae

Fecha: 28 de Junio de 2022

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